El motor eléctrico llega a la maquinaria pesada

Conoces los coches eléctricos pero ¿sabías que también existen excavadoras, camiones volquete y palas de ruedas que funcionan del mismo modo con un motor eléctrico?
25 mar 2019
El motor eléctrico llega a la maquinaria pesada
El aire extremadamente contaminado, las consecuencias de la acumulación de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera y la previsión de un horizonte en el que las reservas de combustibles fósiles han llegado al fin a desaparecer, han provocando una ola de conversión a lo eléctrico.

Y no estamos hablando únicamente del sector del transporte y de los ya conocidos coches eléctricos, equipados con un motor cada vez más eficiente y dotados de mayor autonomía. El sector de la construcción también apuesta por un modelo de maquinaria pesada alternativo, que ha comenzado a adoptar una visión más eficiente y respetuosa con el medioambiente, propiciando el desarrollo de varios prototipos de pesadas bestias mecánicas alimentadas únicamente por la energía eléctrica.

¿Qué es un motor eléctrico?

El motor eléctrico es un motor compuesto por un estator y un rotor, capaz de convertir la energía eléctrica en energía mecánica —y viceversa— gracias a la acción de los campos magnéticos generados por sus bobinas. Estos motores pueden alimentarse de electricidad cuya fuente sea tanto de corriente continua —como en el caso de las baterías localizadas en el interior de la propia maquinaria— o alterna —es decir, directamente de la red de suministro general—.

Los vehículos particulares y los transportes públicos propulsados gracias al motor eléctrico ya son toda una realidad. Sin embargo, el reto se encontraba en realizar la misma transición energética en el caso de maquinaria de trabajo mucho más pesada, necesitada de una enorme potencia energética y resistencia frente a los golpes y movimientos bruscos propios de las labores de construcción, excavación, etc.

La excavadora eléctrica

La empresa Caterpillar ha desarrollado, junto a Pon Equipment, una excavadora de 26 toneladas completamente eléctrica, equipada con una descomunal batería con una capacidad de 300 kWh. El primer prototipo fue construido en Gjellerasen, Noruega, a petición de la compañía constructora Veidekke, la cual pretende hacerse con ocho modelos más y así electrificar su flota.

Lo novedoso de este gigante eléctrico es que es la primera excavadora de 26 toneladas —unas dimensiones a tener en cuenta— transformada gracias a la incorporación de un motor eléctrico, el cual cuenta con una potencia de 122 kW.

La capacidad de la batería de 300 kWh le proporciona a la excavadora una autonomía de trabajo de entre cinco y siete horas. E igual que ocurre con los coches eléctricos, se puede cargar durante la noche, momento en el que no se precisa de sus servicios.

Veidekke espera que este modelo eléctrico de excavadora mejore la salud de sus trabajadores y la del medioambiente al no producir ruido ni emisiones de gases nocivos. El director de la constructora, Oivind Larsen, asegura que la sustitución de una sola excavadora tradicional con su nueva homóloga de motor eléctrico puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 52 toneladas. De este modo, en lo que a medioambiente se refiere, sustituir 2.500 excavadoras sería equivalente a eliminar de la circulación 60.000 coches con motor de combustión interna.

El e-Camión volquete

Por otro lado, dos compañías suizas llamadas Lithium Storage GmbH y Kuhn Schweiz AG han reconvertido un camión volquete Komatsu desmontándolo y sustituyendo su motor de combustión interna tradicional por un motor eléctrico con una potencia de 590 kW, alimentado a su vez por una gigantesca batería de 100 kWh.

Mientras que este nuevo modelo de camión volquete eficiente se alimenta de energía eléctrica, su homólogo tradicional podía llegar a consumir entre 50.000 y 100.000 litro de diésel al año y emitir entre 131 y 262 toneladas de dióxido de carbono.

Sin embargo, el detalle más interesante del que ha sido bautizado como «e-Dumper» es que este modelo puede generar y recuperar energía gracias al freno regenerativo. Esto se debe a que este tipo de maquinaria se suele utilizar en las minas para transportar minerales, en una operación continua de subir y bajar por las pendientes del terreno. Mientras que un camión volquete tradicional sigue gastando combustible fósil en las bajadas, un e-Dumper no solo no gastaría energía sino que además se autoabastecería.

Volvo CE y su compromiso eléctrico

Por último, Volvo CE —la rama de Volvo encargada del desarrollo de maquinaria de construcción— ha anunciado que va a detener la producción de palas de ruedas y excavadoras alimentadas por combustibles fósiles y las va a sustituir por aquellas equipadas con un motor eléctrico.

Como ves, la incorporación del motor eléctrico no es algo exclusivo del sector automovilístico, la electricidad también se está introduciendo en el mundo de la maquinaria pesada y la construcción. Solo nos queda esperar a que estos modelos se popularicen del mismo modo que los coches, y que las autoridades propicien su compra por parte de las compañías. ¿Sabías que además de hacerse con una flota eléctrica, las empresas también puede pasarse a la energía verde?