Autoconsumo fotovoltaico en empresas: tipos y normativa

La normativa actual, junto con las ayudas y subvenciones disponibles, han allanado el camino para que tanto pymes como grandes industrias den el paso hacia el autoconsumo. Además, las innovaciones tecnológicas, como la batería virtual fotovoltaica, permiten aprovechar aún más cada kWh generado. En este artículo exploramos en detalle cómo funciona una instalación fotovoltaica en entornos empresariales, los diferentes tipos de autoconsumo, la normativa aplicable y todas las ventajas que ofrece.
Tipos de autoconsumo eléctrico existentes
El autoconsumo eléctrico se ha diversificado en los últimos años para adaptarse a las necesidades específicas de los distintos usuarios. En el caso de las empresas, es especialmente importante conocer las modalidades disponibles, ya que la elección correcta influye directamente en la rentabilidad de la inversión.
Autoconsumo con excedentes y sin excedentes
El primer criterio para clasificar el autoconsumo es si la instalación vierte o no excedentes de energía a la red eléctrica.
- Autoconsumo con excedentes: en esta modalidad, cuando la instalación produce más electricidad de la que se necesita en ese momento, esa energía sobrante se vierte a la red. El usuario puede beneficiarse de una compensación económica por estos excedentes, lo que contribuye a una mayor rentabilidad del sistema. En el caso de las empresas, esta compensación puede suponer un ingreso adicional en la factura eléctrica.
- Autoconsumo sin excedentes: aquí, el sistema se diseña para que toda la energía generada se consuma dentro de la instalación. Para evitar que se vierta energía a la red, se instala un dispositivo de antivertido. Es una opción interesante para empresas con alta demanda energética constante, donde se garantiza que se aprovechará toda la producción solar.
Autoconsumo individual y compartido
Otro enfoque para clasificar las instalaciones de autoconsumo es por el número de usuarios que comparten la energía generada.
- Autoconsumo individual: es el modelo más común en empresas. Toda la energía generada por la instalación fotovoltaica se destina al consumo de una única instalación o centro de trabajo.
- Autoconsumo compartido: permite que varios consumidores compartan una misma instalación fotovoltaica. Puede aplicarse, por ejemplo, en polígonos industriales o centros empresariales donde varias empresas estén interesadas en generar conjuntamente su propia energía. Este modelo requiere una coordinación técnica y legal más compleja, pero puede optimizar los recursos y reducir costes iniciales.
Funcionamiento de una instalación fotovoltaica
Para que una empresa aproveche la energía solar, es imprescindible entender cómo funciona una instalación fotovoltaica. Aunque el concepto básico es sencillo —convertir la luz solar en electricidad—, el sistema requiere varios elementos que trabajen en conjunto.
Esquema de instalación conectada a red
La mayoría de instalaciones empresariales están conectadas a la red eléctrica. Esto significa que, además de usar la energía solar generada, la empresa puede seguir utilizando electricidad de la red cuando no haya suficiente generación —por ejemplo, durante la noche o días nublados—.
El flujo de energía en este tipo de instalaciones sigue este esquema básico:
- Los paneles solares captan la radiación solar y la transforman en electricidad en forma de corriente continua.
- El inversor convierte esa corriente continua en corriente alterna, apta para el uso habitual en instalaciones eléctricas.
- El cuadro de protección y el contador registran tanto la energía generada como la consumida.
- Si hay excedentes, estos se vierten a la red. Si falta energía, se toma de la red.
La gran ventaja de este sistema es su flexibilidad. La empresa nunca se queda sin suministro, y al mismo tiempo, puede ahorrar al consumir su propia energía.
Elementos clave: paneles, inversor, contador y CIE
Para que una instalación fotovoltaica funcione correctamente, es imprescindible contar con los siguientes componentes:
- Placas fotovoltaicas: son el corazón del sistema. Se instalan generalmente en el tejado o cubierta del edificio, y su calidad y orientación son fundamentales para maximizar la producción energética.
- Inversor solar: transforma la electricidad generada por los paneles en corriente alterna. También puede incluir funciones de monitorización para verificar el rendimiento del sistema en tiempo real.
- Contador bidireccional: mide tanto la energía consumida como la vertida a la red. Es esencial para poder beneficiarse de la compensación de excedentes.
- CIE —Certificado de Instalación Eléctrica—: es obligatorio para legalizar la instalación. Garantiza que el sistema cumple con los requisitos técnicos y de seguridad establecidos por la normativa vigente.
Normativa vigente en España
En España, el autoconsumo eléctrico está regulado por el Real Decreto 244/2019, que marcó un antes y un después en el sector. Este decreto eliminó trabas anteriores —como el llamado "impuesto al sol"— y estableció un marco legal favorable para el desarrollo del autoconsumo tanto a nivel doméstico como empresarial.
Algunos puntos clave de la normativa actual:
- Se permite el autoconsumo compartido, lo que facilita su implantación en comunidades o polígonos industriales.
- Se reconocen legalmente los excedentes de energía y se regula su compensación simplificada.
- Se establece un procedimiento ágil para la legalización y puesta en marcha de instalaciones de hasta 100 kW, que es el rango en el que se mueven muchas empresas.
- Existen bonificaciones fiscales y acceso a subvenciones gestionadas por las comunidades autónomas y los fondos europeos Next Generation.
Además, cada comunidad autónoma puede aplicar requisitos adicionales o convocatorias propias de ayudas, por lo que es recomendable contar con asesoramiento especializado para tramitar correctamente la instalación.
Autoconsumo en empresas: ventajas y oportunidades
El autoconsumo fotovoltaico no solo es una apuesta por la sostenibilidad, sino también una decisión estratégica que mejora la competitividad de las empresas. A continuación, analizamos las principales ventajas que ofrece este modelo energético.
Ahorro energético con placas solares para empresas
Una instalación fotovoltaica permite a una empresa generar parte o incluso la totalidad de su consumo energético. Esto se traduce en un ahorro directo en la factura de la luz desde el primer día. En función del tamaño de la instalación y del perfil de consumo, el ahorro puede oscilar entre un 30% y un 70%.
Además, las empresas tienen la ventaja de concentrar gran parte de su actividad durante las horas diurnas, coincidiendo con los momentos de mayor producción solar. Esto maximiza la rentabilidad del sistema.
También es importante considerar el uso de soluciones complementarias, como la batería virtual fotovoltaica, que permite almacenar el valor económico de los excedentes solares no consumidos para utilizarlo posteriormente en la factura eléctrica. Esta opción mejora aún más la eficiencia y permite aprovechar al máximo la energía generada.
Subvenciones y ayudas disponibles en 2024
Durante 2024, las empresas pueden beneficiarse de diferentes ayudas económicas para la implantación de sistemas de autoconsumo. Algunas de las principales son:
- Fondos europeos Next Generation: gestionados por las comunidades autónomas, subvencionan hasta el 45% del coste de la instalación para pymes y hasta un 25% para grandes empresas.
- Deducciones fiscales: en algunos casos, las inversiones en energías renovables permiten aplicar deducciones en el Impuesto de Sociedades.
- Bonificaciones en el IBI y el ICIO: varios municipios ofrecen descuentos en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles y en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras para instalaciones de autoconsumo.
- Líneas de financiación específicas: existen productos financieros diseñados para facilitar el acceso a este tipo de inversiones con condiciones ventajosas, como créditos blandos o leasing energético.
Estas ayudas no solo reducen la inversión inicial, sino que acortan el plazo de amortización, que puede situarse entre 4 y 7 años, dependiendo del tipo de instalación y el perfil de consumo de la empresa.
Un modelo energético inteligente y rentable
El autoconsumo fotovoltaico en empresas se consolida como una de las mejores decisiones estratégicas para afrontar el futuro energético. No solo permite reducir costes de forma inmediata, sino que ofrece una imagen de marca comprometida con el medioambiente y la innovación.
En Nabalia Energía, acompañamos a las empresas en todo el proceso: desde el estudio técnico y económico, hasta la instalación, legalización y gestión de ayudas. Apostamos por soluciones a medida, como las placas fotovoltaicas adaptadas a cada necesidad y tecnologías innovadoras como la batería virtual fotovoltaica, que optimizan al máximo cada kWh generado. ¿Estás preparado para que tu empresa empiece a producir su propia energía y ahorre desde el primer día?