Crisis ambiental: los datos del desastre

Pérdida de biodiversidad, contaminación del aire, agua y suelo y otros efectos irreversibles que amenazan la vida humana tal y como la conocemos actualmente. Estas y otras consecuencias nos esperan sino actuamos urgentemente para proteger la Tierra.
20 mar 2019
Crisis ambiental: los datos del desastre
El último informe —denominado «Perspectivas del Medio Ambiente Mundial» o GEO-6 por sus siglas en inglés— acerca del medioambiente presentado por la ONU hace unos días en Nairobi alerta de la actual crisis ambiental que sufre nuestro planeta.

En este artículo haremos un repaso por los datos que nos deja este estudio y que nos demuestran que las acciones para combatir el cambio climático no pueden demorarse más. El planeta está en serio peligro.

Nuestro comportamiento ha tenido, tiene y si no lo remediamos, tendrá, impacto en la pérdida de biodiversidad y en la contaminación de atmósfera, agua y tierra, alterando de esta forma los ecosistemas tal y como los conocemos actualmente y, por ende, amenazando nuestro modo de vida basado en un modelo insostenible de explotación de recursos y producción descontrolada.

La biodiversidad

La variedad de seres vivos, especies y ecosistemas se enfrenta a una clara crisis ambiental cuyos factores principales son la transformación del suelo, la degradación de los hábitats, la agricultura insostenible, la implantación de especies invasoras, la contaminación y la sobreexplotación de recursos naturales.

Por si todos estos elementos no fuesen suficiente, entidades como la ONU ha añadido a esta nefasta lista prácticas como la tala y el comercio ilegal de especies, dos modelos de negocio de los que se estima que mueven al año entre 80.000 y 240.000 millones de euros. Esta situación en la que la avaricia y el egoísmo humano brillan por su protagonismo ha provocado una serie de consecuencias asociadas con la crisis ambiental como:

  • La situación de peligro de extinción del 43% de los invertebrados terrestres, del 34% de aquellos de agua dulce y del 25% de los que pertenecen al mar.
  • En el caso de los vertebrados de tierra firme, entre los años 1970 y 2014, su población mundial se vio reducida en un 60%.

Esta degradación de las especies animales afecta sobre todo a los grupos de población más pobres y vulnerables, como mujeres y niños, siendo los recursos naturales su principal fuente de sustento.

La contaminación del aire

La contaminación del aire que respiramos es, sin duda, una de las problemáticas más característica de la crisis ambiental que enfrenta el ser humano en la actualidad. Este tipo de polución es la responsable de alrededor de seis y siete millones de muertes prematuras cada año. Además, el informe nombrado anteriormente advierte de que el 95% de la población vivía, en 2016, en zonas con un nivel de partículas finas —las más peligrosas para nuestra salud— por encima de lo recomendado por la OMS.

El problema adicional a las ya graves muertes prematuras es que estas, junto al mayor gasto en sanidad y la pérdida de productividad de los trabajadores, estan ocasionando unas pérdidas económicas que han llegado a igualar al PIB de Japón en 2013, cerca de unos 4,5 billones de euros. La solución a esta crisis ambiental es la misma que para acabar con el cambio climático, abandonar de una vez por todas los combustibles fósiles.

El océano y las aguas dulces

El calentamiento global, la acidificación del agua, la contaminación por residuos plásticos y la sobreexplotación del mar para obtener alimentos o utilizarlo como transporte están ocasionando graves daños a ecosistemas marinos como los arrecifes de coral, los cuales enfrentan una decoloración masiva en algunos casos —como en el de la Gran Barrera de Coral— del 50% de su superficie. Estos ecosistemas suponen unos 25.700 millones de euros en cuestión de pesca, turismo y salud que podrían desaparecer.

En el caso de las otras masas de agua dulce, la crisis ambiental amenaza con la desaparición de muchos acuíferos por su sobreexplotación. De cara a esta situación, la ONU advierte de la necesidad de ser más eficientes a la hora de consumir agua, y es que en el caso de muchos países en vías de desarrollo, la agricultura necesita cerca del 90% de los recursos hídricos para mantener a su población a duras penas.

Deforestación y desertificación

El estudio presentado por la ONU advierte de que en 2050, 4.000 millones de personas se verán obligadas a vivir en tierras desertificadas. No obstante, para esta fecha, el nivel de población necesitará un aumento del 50% en la producción de alimentos, alimentos los cuales un 33% se desperdician y que, para su producción, necesitan de casi el 50% de la tierra habitable. Como ves, es una situación de crisis ambiental totalmente insostenible.

Como ves, debido a años y años de sobreexplotación e irresponsabilidad, el ser humano se enfrenta a un futuro incierto en el que los recursos naturales de nuestro hogar, el planeta Tierra, puede que pasen a ser un privilegio caracterizado por su escasez. Por ello debemos comenzar desde hoy a adoptar un modelo de desarrollo sostenible.