Cuáles son las energías limpias más importantes
Energía limpia
Antes de entrar en materia ¿sabías que energía renovable y limpia no son estrictamente lo mismo? A pesar de que estos conceptos suelan venir de la mano, quizás te sorprenda saber que una fuente de energía renovable puede ser también contaminante.
La energía renovable es aquella que se obtiene a partir de fuentes naturales inagotables. Sin embargo, aunque aquellas que más conocemos resultan también ser limpias, el biogás y el biodiésel —combustibles obtenidos a partir de la materia orgánica— son igualmente renovables a pesar de que su combustión emita gases de efecto invernadero.
Aún así, este combustible alternativo se sigue considerando una opción mejor y más respetuosa con el medio ambiente que su equivalente fósil.
Por todo esto, podemos deducir que las energías limpias son aquellas fuentes que, además de ser inagotables, no producen residuos ni emiten gases nocivos durante sus procesos de obtención y producción de energía. Esta es precisamente una de sus principales ventajas.
Esto se debe a que para la producción de este tipo de energías no es necesaria ni la combustión ni ninguna reacción química. Por ello, haciendo uso de energías limpias, ayudamos a reducir la contaminación ya existente en nuestras ciudades.
No obstante, también tienen sus contras. Por ejemplo, estas energías limpias posee una naturaleza muy difusa, es decir, proporcionan una cantidad de energía bastante baja repartida a lo largo de un terreno extenso. Además, son irregulares; no dejan de ser fuerzas de la naturaleza y, como tales, sólo podemos predecir su comportamiento hasta cierto punto.
Del mismo modo, no todos los países y regiones tiene el mismo potencial para aprovechar las energías limpias porque no todos tienen el mismo clima, accidentes geográficos o masas de agua.
Otra de los propiedades negativas adjudicada a las energías limpias es el impacto visual y estético que tienen sus instalaciones en el medio natural.
Pero ¿cuáles son las principales energías limpias? Las fuentes sin duda más importantes y reconocidas son la energía solar, la hidroenergía, la eólica y la geotérmica. Si os fijais, cada una de estas energías corresponde a uno de los cuatro elementos naturales que nos ofrece nuestro planeta —agua, tierra, aire y fuego—. A continuación, hablaremos en mayor profundidad sobre cada una de ellas.
Energía solar
La energía solar es aquella que se obtiene a partir de la radiación solar. Esta irradiación de energía se puede aprovechar de forma activa —gracias a paneles fotovoltaicos y colectores térmicos— o de forma pasiva —construyendo tu casa teniendo en cuenta su orientación respecto al Sol—.
Si decidimos aprovechar esta energía limpia de forma activa, podemos producir electricidad o aprovechar el calor. ¿De qué modo? En realidad es bastante sencillo.
Por un lado, los paneles fotovoltaicos —formados por una célula de silicio— emiten electrones cuando la luz solar incide sobre ellos. Sin embargo, los colectores térmicos absorben la energía térmica del Sol para calentar el fluido que recorre su interior y proveernos de calor para distintos fines.
Energía eólica
La energía eólica es aquella que se obtiene a partir de la energía cinética del viento. De este modo, los aerogeneradores captan la fuerza de las corrientes de aire y la transforman en electricidad.
Esta energía limpia resulta muy útil para abastecer de electricidad poblaciones remotas que no puede conectarse a la red de suministro común.
El aerogenerador, esa especie de molinillo blanco y descomunal, puede ser de dos tipos: de eje horizontal o vertical. Aquellos de eje horizontal son lo más comunes y eficientes, pero muy ruidosos. Por otro lado, los verticales son menos eficientes pero prácticamente silenciosos.
Dichos aerogeneradores no solo pueden instalarse en tierra firme. Los parques eólicos marinos, también denominados «offshore», se encuentran muy cerca de las costas, donde el viento es más fuerte y estable. No obstante, los costes de instalación y mantenimientos de esta modalidad costera son mucho más elevados.
Energía hidroeléctrica
Esta energía limpia se obtiene a partir de la fuerza cinética de las corrientes de agua y es de las que causan un mayor impacto ambiental, modificando caudales de ríos y la calidad de sus aguas al construir presas.
Básicamente, la energía se obtiene aprovechando la caída del agua entre dos niveles de altura distintos. Al caer, el agua pasa por unas turbinas que transmiten la energía a un alternador que, a su vez, es el responsable de generar la electricidad.
La energía hidráulica cuenta con todas las ventajas ser renovable y limpia, pero además los embalses hacen posible almacenar agua para diferentes usos, como abastecer los sistemas de riego. Y por si fuera poco, el mantenimiento y la operación de una planta hidroeléctrica es muy barato.
Sin embargo, no se pueden construir las infraestructuras en cualquier lugar —se necesita un terreno concreto cerca del caudal de un río— y, como ya hemos dicho, su impacto ambiental es considerable: al levantar las instalaciones necesarias, se inundan numerosos terrenos —perdiendo tierras aprovechables— y alteran ecosistemas acuáticos.
Energía geotérmica
La energía geotérmica se obtiene a partir del calor natural del interior de nuestro planeta. Esta energía limpia aprovecha el aumento de temperatura que se va produciendo conforme vamos profundizando.
Este tipo de energía renovable se suele manifestar en tres tipos de yacimientos: aquellos de agua caliente en forma de acuíferos, secos y géiseres. Este calor se puede aprovechar para generar electricidad, refrigerar, desalinizar el agua o, directamente, aprovechar la energía térmica como tal.
No obstante, el principal inconveniente de este tipo de energía limpia es el desagradable olor a huevos podridos que producen las plantas geotérmicas.
Otras energías verdes
Otras energías limpias menos implantadas son la energía mareomotriz y la undimotriz. Por su parte, la mareomotriz utiliza las mareas para generar electricidad gracias a un alternador. De este modo, cuando la marea sube, se abren las puertas del embalse y se acumula el agua. Acto seguido, cuando la marea ha bajado, se abren unas pequeñas compuertas por las que pasa el agua con gran presión, accionando las turbinas.
Por otro lado, la energía undimotriz aprovecha la fuerza del movimiento de las olas y es una de las energías limpias más predecibles y, por tanto, con mayor potencial de eficiencia.
Como hemos visto, no todas las energías renovables son limpias, a pesar de que muchas veces ambos conceptos se utilicen como sinónimos. Las principales fuerzas de la naturaleza son el relevo perfecto para los combustibles fósiles y el futuro del abastecimiento energético.