La sequía provoca que España supere el récord de importación neta de electricidad
La sequía que afecta a todo el país en el último año se traduce en mayor dependencia energética de países extranjeros para cubrir la creciente demanda, concretamente hemos importado 1.816 Gwh. Esto implica también la caída de la producción de energías renovables, descendiendo hasta un 33,3% el total de la energía generada a partir de fuentes renovables, frente al 40,8% de la producción del año anterior.
La reducción de la intensidad del viento y la falta de lluvia además de disparar la importación de electricidad suponen el aumento de emisiones contaminantes de CO2, con lo que el panorama empeora. Estas adversidades climatológicas y en mayor medida la sequía han contribuido en que los ciclos combinados, que normalmente generan el 12,17% de la energía total, ahora se conviertan en la mayor fuente de producción energética, suponiendo el 42,6% del total de la producción de energía, incluso, por delante del carbón.
La producción de energía a partir de fuentes renovables que más afectada se ha visto ha sido la hidráulica, con un descenso preocupante respecto al año anterior, puesto que el estado de los embalses es crítico.
De este modo, la producción de energía procedente de las distintas fuentes en el mes de agosto ha sido la siguiente:
- Nuclear: 25,2%
- Ciclo combinado: 17,4%
- Carbón: 14,8%
- Eólica: 16,2%
- Cogeneración: 10,5%
- Fotovoltaica+Térmica: 7,6%
- Hidráulica: 5,3%
Con estos datos, podemos observar que un 69% de la producción energética en este mes de agosto fue con energías no renovables. Esta reducción en la producción de energías renovables, además de suponer un agravante importante en el deterioro del planeta, también supone un aumento en la factura de la luz de los españoles, viéndose incrementado su precio final mes tras mes.
La escasez de lluvias no ha podido venir en peor momento; ya que la demanda eléctrica aumentó un 1,5% y la generación total del país ha descendido un 2%, con respecto al año pasado. Esto ha desembocado en que España haya tenido que importar más electricidad de lo normal.
Por tanto, de seguir en esta línea el consumo se prevé que 2018, y sobre todo durante el invierno, el precio en nuestra factura de la luz podría verse bastante encarecido.