Telegestión: la gestión energética en tiempo real
La necesidad de un cambio real e inmediato en los hábitos de consumo de todos —tanto ciudadanos como empresas— ha propiciado la aparición de multitud de prácticas, dispositivos e incluso leyes que favorecen un consumo de energía y, por tanto de recursos, mucho más responsable.
Uno de los conceptos más representativos de esta nueva ola de consumo eficiente es la telegestión energética, una práctica cada vez más extendida gracias a determinados avances tecnológicos y al compromiso de los gobiernos.
Un ejemplo de ello es España, que según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) , alcanzó a finales del 2019, el 99,4% de la sustitución de contadores con una potencia contratada igual o inferior a 15kW.
Gracias a esta medida es que podemos servirnos de la telegestión energética para hacernos dueños de nuestro propio consumo y tomar un papel más activo y relevante en el mercado eléctrico.
¿Qué es la telegestión energética?
Es una práctica llevada a cabo a partir de un conjunto de dispositivos electrónicos y software que permite la consulta y el control a distancia de las instalaciones electrónicas en tiempo real. Además, permiten fijar alarmas capaces de alertarnos cuando se produzcan consumos desorbitados o averías.
Esto se aplica tanto al suministro y a los dispositivos electrónicos de nuestra vivienda como a los de nuestra empresa. En ambos casos —gracias a la telegestión energética— la maquinaria se detendrá o apagará para evitar enormes derroches de energía.
Lo mejor es que esta capacidad no está dividida en distintas interfaces; todas las prestaciones se encuentran unificadas y disponibles desde un solo dispositivo. Estas aplicaciones derivadas de la telegestión energética se traducen en un control de nuestro consumo energético muchísimo más exhaustivo.
¿De qué elementos se componen los sistemas de telegestión energética?
Si obviamos determinados añadidos tecnológicos —como pantallas—, los elementos comunes en todos los sistemas de telegestión energética son:
- El «datalogger»: dispositivo electrónico que se instala en los cuadros eléctricos —tanto monofásicos como trifásicos—, se comunica con un ordenador o dispositivo móvil y muestra los datos registrados.
- El software de monitorización: el software que permite analizar los datos capturados por el datalogger. Además, gracias a este software, se puede controlar el funcionamiento de los equipos electrónicos, apagándolos o encendiéndolos a voluntad.
Ventajas de la telegestión
La telegestión energética tiene adheridas una serie de ventajas tales como:
- Otorga una información mucho más precisa y fiable a la hora de realizar auditorías energéticas y evaluar la eficiencia del flujo energético de un edificio.
- Como ya hemos dicho, podemos controlar el apagado o encendido de los dispositivos eléctricos a voluntad.
- Permite conocer nuestros consumo en tiempo real de modo que podamos ajustar la potencia contratada a nuestros hábitos y conseguir un ahorro.
- La facturación de nuestro consumo energético es más precisa.
- Es una tecnología versátil pues sirve tanto para el ámbito doméstico como empresarial.
Como has podido comprobar, la telegestión energética permite tener un mejor control de los hábitos de consumo y reducirlos para ahorrar en nuestra factura al mismo tiempo que cuidamos los recursos que nos ofrece nuestro planeta.
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