Alternativas diarias al uso de plástico
Este material y los objetos fabricados a partir de él, a pesar de parecer de lo más inocentes e inocuos, constituyen uno de los tipos de residuos más complicados a la hora de gestionar y reciclar. Y las consecuencias de su desecho irresponsable son muy graves para el ecosistema y para nosotros mismos.
¿Qué alternativas tenemos los consumidores?
Nosotros, como consumidores, tenemos el deber de cambiar nuestros hábitos para prescindir del plástico como material y, de esa forma, ayudar a preservar el bienestar del medioambiente, los distintos ecosistemas y todos sus habitantes. Por suerte, contamos con cantidad de sustitutos biodegradables y más ecológicos en lo que a objetos tradicionalmente fabricados a partir de plástico se refiere.
Por ejemplo, en lugar de envolver tus alimentos en papel film, pásate al papel ecológico reutilizable, fabricado a partir un material compuesto por algodón orgánico, cera de abeja, aceite de jojoba y resina.
Deja de comprar agua embotellada; adquiere una botella reutilizable con filtros para poder beber del grifo sin problemas de calidad y sabor. También dispones de botellas de vidrio y acero inoxidable, materiales que también pueden sustituir a los tuppers de plástico.
Para los más pequeños, no compres pajitas de plástico. Las pajitas reutilizables fabricadas a partir de silicona son muchísimo más ecológicas. Y para lo más mayores, existe la opción de comprar pajitas metálicas.
Existe el curioso caso de una compañía cervecera que, para unir sus packs de seis latas, ha desarrollado unas anillas biodegradables elaboradas a partir de residuos de trigo y cebada cuyo origen está en la misma producción de su cerveza. De este modo evitan contaminar con el plástico y cobrarse la vida de decenas de especie marinas que mueren asfixiadas o mutiladas por las anillas de plástico.
A la hora de hacer la compra, sustituye las bolsas de plástico por las bolsas reutilizables. Estas bolsas pueden durar hasta ocho años dependiendo del material del que estén fabricadas. Por un lado, existen las bolsas compostables, fabricadas a partir de materiales biodegradables que pasan a ser compost. También puedes utilizar bolsas recicladas de rafia, con una vida útil de 50 usos. Incluso puedes retomar la opción más añeja: las cestas de esparto.
Para lavarte los dientes, en lugar de cepillos con el mango de plástico, tienes cepillos de dientes con el mango fabricado a partir de bambú. Y del mismo modo, puedes comprar cepillos para el cabello que estén fabricados a partir de madera y cerdas naturales, materiales más beneficiosos que el plástico.
Los geles líquidos necesitan de envases de plástico para ser comercializados; sin embargo, los geles sólidos no necesitan embalaje de plástico, son mejores para tu piel y duran más. Y en la misma línea de higiene, las toallitas desechables también pueden ser más ecológicas, fabricadas a partir de algodón 100% orgánico.
Como ves, dispones de muchas opciones en decenas de aspectos y objetos cotidianos para dejar atrás de una vez por todas el plástico como material y pilar de nuestras vidas. Y es que este material, a pesar de ser muy duradero y barato de producir, conlleva un enorme coste medioambiental. Además, para seguir ayudando al medioambiente, puedes pasarte a la energía verde con Nabalia.