¿Cómo se presenta el sector energético en 2019? 2ª Parte

Movilidad sostenible, gestión de residuos y otros asuntos que pretende abarcar la que esperamos se convierta en la próxima Ley sobre Cambio Climático y Eficiencia Energética. Aquí te lo contamos.
7 ene 2019
¿Cómo se presenta el sector energético en 2019? 2ª Parte
Como recordaréis hace unos días os contábamos todo lo que hasta el momento podemos saber acerca de lo que nos deparará el sector energético en 2019.

Hoy continuaremos con las particularidades que podremos ver en materia energética en el próximo año, donde la transición energética marcará un antes y un después en la forma de generar energía.

Un modelo que partiendo de las medidas que se prevén instaurar será mucho más sostenible y eficiente, yendo en la dirección correcta para conseguir revertir el cambio climático y sus efectos adversos.

La transición energética se convertirá en la protagonista

Si algo caracteriza al sector energético en 2019 será el camino arduo pero firme que se establecerá hacia la transición energética. Aunque todavía está pendiente de aprobación, la Ley sobre Cambio Climático y Eficiencia Energética puede ser la clave para ponernos en marcha y actuar de una vez contra el cambio climático.

Un cambio de modelo productivo pero también un cambio de mentalidad que nos llevará a actuar en consecuencia y midiendo nuestro el impacto de nuestras acciones en el medioambiente.

Los científicos que investigan el cambio climático estiman que el calentamiento global se debe frenar, de seguir aumentando la temperatura del planeta la nuestra vida aquí podría verse gravemente afectada.

Retomando el anterior artículo, estos son algunos de los cambios que veremos en el sector energético en 2019.

Movilidad sostenible

Como hemos mencionado antes, las emisiones de dióxido de carbono son responsables más directos del cambio climático y sus consiguientes efectos.

Los GEI son el resultado de las distintas acciones, humanas en su mayoría, como nuestra forma de movilidad. Las emisiones procedentes del transporte en nuestro país han ido aumentando a lo largo de los años, hasta convertirse en el culpable del 24% de las emisiones de CO2 en el pasado 2015.

Además. “ el transporte tiene numerosos impactos negativos adicionales, tales como otras emisiones de gases contaminantes (con impactos sobre la salud especialmente importantes en núcleos urbanos), accidentes de tráfico, congestión y contaminación acústica.”

Es por ello que se propone controlar de forma más exhaustiva la circulación de vehículos de diésel o gasolina, llegando incluso, a establecer el año 2050 como fecha final para los coches con emisiones de CO2.

En esta línea de reducir hasta acabar por eliminar de la circulación los vehículos que emitan gases contaminantes, se establece que del total de los automóviles vendidos un 25% en 2025 deberán ser turismos eléctricos.

Gestión de residuos

Seguido del problema que supone las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera generados por nuestros modelos productivos principalmente, la gestión de los desechos se ha convertido en otro eje fundamental sobre el que trabajar a la hora de revertir el cambio climático.

Nuestro ritmo acelerado de consumo fomenta una producción descontrolada que requiere una cantidad insostenible para nuestro planeta de extracción de materia prima.

De la misma forma que explotamos los recursos naturales del entorno también generamos y, lo que es peor, en muchas ocasiones depositamos en la natural los residuos resultantes de los procesos productivos.

La montañas de desechos no paran de crecer y al ritmo que lo hacen la Tierra no puede absorberlos por ello es importante tomar conciencia de ello y realizar una adecuada gestión de los mismo.

Aunque sin duda, la medida más eficaz sería dejar de generar tantos residuos. Sin embargo, no es sencillo aprender a vivir sin producir basura, por ello, debemos tomarnos en serio el reciclaje. Así, “se establece un objetivo de reciclaje de residuos sólidos urbanos de, como mínimo, el 55 % en 2025, del 60 % en 2030 y del 65 % en 2035”.

En esta línea de dar una segunda vida a los productos en lugar de deshacernos de ello tras un primer y único uso se establecerá una “normativa relacionada con subvenciones y compra pública para favorecer (y en todo caso no penalizar) la adquisición de bienes y equipos de segunda mano o reciclados”.

El sector energético en 2019 debería prestar atención a esta cuestión ya que la producción de energía a partir de fuentes convencionales genera residuos que luego hay que tratar sobre todo en el caso de los restos nucleares.