¿Sabía que existe el hormigón ecológico?
Si hay algo en lo que coinciden todos estos conceptos es que no solo importan el diseño del edificio o las técnicas utilizadas para llevar a cabo su construcción, también son importantes los materiales de los que se compone el constructo. En esta ocasión hablaremos de una alternativa al hormigón muchísimo más sostenible y respetuosa con el medioambiente, el cemento ecológico.
La situación actual del cemento
Para que las constructoras puedan hacer uso de él, hay que desarrollar cemento. El problema reside en las emisiones de grandes cantidades de dióxido de carbono como consecuencia de los procesos químicos que tienen lugar durante su fabricación. Y por si fuera poco, para elaborar cemento también es necesario calentarlo hasta alcanzar una temperatura elevada gracias —en la mayoría de las ocasiones— a la quema de combustibles fósiles y a la emisión de más gases de efecto invernadero.
Teniendo en cuenta las implicaciones de su fabricación, no es de extrañar que el desarrollo de cemento sea el responsable del ocho por ciento de las emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo. Ante esta grave situación, la industria busca una alternativa, un cemento más ecológico.
La zanahoria tiene la respuesta
Ante la necesidad de un cemento más ecológico, la Universidad de Lancaster ha descubierto que es posible elaborar un hormigón más respetuoso con el medioambiente y muchísimo más resistente gracias a hortalizas con raíz como la zanahoria.
Sé que puede parecer una locura pero Mohamed Saafi, miembro del Departamento de Ingeniería de la universidad e investigador del proyecto, explica que añadir nano plaquetas extraídas de las fibras de dichas hortalizas a la mezcla que conforma el hormigón da como resultado un cemento ecológico más resistente, superando por mucho al resto de opciones más tradicionales en lo que a aditivos del cemento se refiere —como el grafeno o los nanotubos de carbono—.
Las inclusión de nano plaquetas provenientes de la zanahoria mejora las propiedades mecánicas del cemento ecológico —es decir, su comportamiento antes diferentes fuerzas— debido a que estas diminutas amigas son capaces de aumentar el silicato cálcico hidratado —responsable de la resistencia del cemento— y detener grietas en el momento en el que aparezcan.
Otra de las propiedades del cemento ecológico es su microestructura mucho más densa, capaz de alargar la vida útil de los edificios.
Ventajas medioambientales del cemento ecológico
Además de ser más resistente, la mezcla que cuenta con dichas nano plaquetas necesitará una cantidad mucho menor de cemento tradicional y, por tanto, disminuirá su demanda. Por ello, se fabricará menos, ahorrando tanto en energía como en emisiones de gases de efecto invernadero.
Prueba de ello es que los investigadores necesitaron 40 kg menos de cemento por cada metro cúbico de hormigón, es decir, ahorraron hasta 40 kg de dióxido de carbono.
Como ves, la construcción de un edificio puede seguir siendo sostenible incluso a la hora de elegir los materiales. Gracias al enorme descubrimiento que han supuesto las nano plaquetas de las zanahorias y el cemento ecológico, seremos capaces de levantar edificios no solo más respetuosos con el medioambiente sino más resistentes ante las inclemencias del terreno. No olvides que, para obtener un edificio completamente ecológico, también debes optar por una tarifa de energía verde.