¿Qué es un maxímetro electrónico y qué función tiene?
El maxímetro se encarga precisamente de medir la potencia eléctrica que necesitamos en nuestro hogar a partir de tres variables:
- Energía activa, medida en kWh.
- Energía reactiva, contabilizada en KVArh.
- Potencia máxima utilizada, interpretada en kW.
A través de estos parámetro y en períodos de 15 minutos, el maxímetro mide si se sobrepasa la potencia eléctrica contratada en la actualidad. En el caso de sobrepasarla no sufrirás un apagón pero sí se incluirá en tu próxima factura el exceso de potencia que hayas consumido.
Los contadores con maxímetro sólo están disponibles para suministros con una potencia superior a 15 kW, es decir, aquellos que cuentan con una tarifa 3.0A y aquellos que tienen alta tensión. En cambio, en los hogares convencionales encontraremos el ICP (Interruptor de Control de Potencia) con potencias contratadas iguales o menores a los 15 kW, donde si se sobrepasa es muy probable que el ICP salte y sufras y apagón.
¿Necesitas un maxímetro?
La función principal del maxímetro es que si consumes más potencia de la que realmente tienes contratada no sufras un apagón de luz, simplemente el exceso se te cargará en la próxima factura. En este sentido, la instalación de un maxímetro está recomendada en aquellas instalaciones eléctricas en las que es fundamental no sufrir un corte de luz por sobrecarga, por ejemplo:
- Edificios con ascensores.
- Centros hospitalarios con quirófanos y máquinas cuyo uso no puede detenerse.
- Casas en las que haya personas con necesidades médicas específicas como diálisis o respiradores.
En definitiva, sería conveniente instalar un maxímetro en aquellos inmuebles donde se necesite que el exceso de potencia no suponga un apagón del suministro eléctrico.
¿Qué potencia necesito contratar?
Qué potencia eléctrica contratar es una de la primeras preguntas que debemos hacernos a la hora de dar de alta un suministro. Mientras más potencia eléctrica contratada, mayor gasto en la factura final.
Es por ello que conviene calcular la potencia que necesitamos a partir de los dispositivos electrónicos que tenemos en nuestro hogar. Así, debemos realizar una suma de todas las potencias que tienen nuestros dispositivos y a esto sumarle 1 kW más por la iluminación y por aquellos pequeños electrodomésticos que tenemos en casa. El resultado nos orientará a la hora de contratar un tramo de potencia u otro. Así no pagaremos de más y contrataremos sólo la potencia que realmente necesitamos.