¿Qué es el upcycling?
Por suerte aún no está todo perdido, nuestra sociedad cuenta con vías para seguir avanzando y produciendo sin que ello signifique continuar drenando nuestro planeta de su potencial. Estamos hablando de un modelo de desarrollo sostenible que unifique tanto la evolución económica como el respeto por la sociedad y el medioambiente. En esta ocasión hablaremos de un concepto que supone un paso más allá del reciclaje, una de las tres famosas «erres», el upcycling.
Definición y origen del upcycling
Upcycling, también conocido como reutilización creativa o suprareciclaje, consiste en aprovechar los residuos para producir nuevas materias primas o, directamente, nuevos bienes pero con mayor calidad y atractivo que los originales. Como verás, esta definición se acerca peligrosamente a la del reciclaje en sí, sin embargo, la principal diferencia entre upcycling y el reciclaje convencional es que este último descompone los residuos antes de reciclarlos.
En definitiva, gracias al upcycling, podemos alargar la vida de nuestros objetos, crear unos nuevos y dejar de consumir tantos recursos naturales.
El término upcycling aparece por primera vez en 1994 de la mano de Thornton Kay y su artículo publicado en el medio SalvoNEWS, en el cual citaba a Reiner Piltz hablando sobre la necesidad del upcycling en lugar del «downcycling». Más tarde, en 1996, Gunter Pauli publicó su libro directamente titulado «Upcycling», y finalmente, en 2002, William Mc Donough y Michael Braungart definieron el término de upcycling como lo conocemos hoy en su libro «De la cuna a la cuna. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas».
El upcycling en el mundo de la moda
Los diseñadores de moda han comenzado a servirse del upcycling para diseñar y confeccionar piezas a partir de residuos textiles para, de ese modo, ahorrar tanto en materias como en impacto medioambiental y aprovechar el mensaje tan potente y conceptual que conlleva este tipo de reciclaje.
Los residuos que suelen utilizar los diseñadores de moda que adoptan el upcycling pueden ser pre-consumo o post-consumo, siendo los primeros las telas que sobran de los patrones de corte de los talleres de costura y fábricas y, los segundos, la ropa que la gente ya no quiere, necesita o no le sirve y se desecha o se dona.
El upcycling y el arte
El uso de objetos desechados para crear verdaderas obras de arte es, en realidad, un práctica que ha estado presente desde el siglo XX. Ejemplo de ello podrían ser «Nuestro Pueblo» de Simon Rodia —una gigantesca construcción de chatarra, cerámica y vidrio—, la «Rueda de Bicicleta» de Duchamp y la «Cabeza de Toro» de Pablo Picasso.
Sin embargo, dotar a estas obras de un valor más elevado utilizando el upcycling como toda una potente declaración política si es una práctica más reciente, siendo uno de los principales exponentes Romuald Hazoumé, artista africano que esculpió máscaras tradicionales africanas utilizando como materia prima botes de plástico de gasolina y otros combustibles.
Como ves, el upcycling es una suerte de paso más allá del reciclaje, una práctica por la cual podemos desarrollar nuevos productos a partir de residuos, productos que pueden llegar a tener un atractivo muy superior al de su origen, y todo ello mientras ayudamos a la conservación y el cuidado del medioambiente.